Foto: Ricardo Rubio / Europa Press.
Hay homenajes que saben a venganza. Desde hace un par de años, Metallica intenta congraciarse al público de sus conciertos internacionales tocando un tema de algún ídolo local: si giran por Suecia, tocan un tema de ABBA; si tocan en Barcelona, no falta un guiño a Peret y si el bolo es en Madrid, los agraviados agraciados son Los Nikis, “los Ramones de Algete”, como fueron presentados con tanto entusiasmo como falta de imaginación por Robert Trujillo, bajista de Metallica, que perpetró esta versión de ‘Brutus’ junto con el guitarrista Kirk Hammet:
‘Brutus’ es el primer corte del disco ‘Submarines a pleno sol’, que lanzaron Los Nikis en 1987, continuación de ‘Marines a pleno sol’ (1986). Los Nikis son, por tanto, coetáneos de Metallica, que sacó su primer disco en 1983, aunque algo menos longevos. La voluntariosa versión de Trujillo y Hammet desató el estupor entre las 68.000 personas que abarrotaban el recinto de Ifema el pasado viernes. Según relata Carlos Martos en su crónica en El País:
“Hubo un momento especialmente patético. Cuando el bajista Robert Trujillo (a la voz) y el guitarrista Kirk Hammett interpretaron el tema ‘Brutus’,de los madrileños Los Nikis. Si llega a ser una gracieta hubiera sido breve, pero no: la tocaron enterita. El público se quedó estupefacto con este supuesto guiño malote. Pero demostrando una vez más que esto es transversal, al lado de este cronista había una mujer que se sabía ‘Brutus’ y la cantó a voz en cuello. Al menos no eligieron ‘El imperio contraataca’”.
La “gracieta”, como dice Martos, ya la habían hecho hace un año en el Palau Sant Jordi de Barcelona, masacrando sin piedad ‘El muerto vivo’, de Peret, con los mismos protagonistas –Trujillo y Hammet, al aporreo de la guitarra- y despertando la euforia del público. «En Barcelona, hicimos una canción de flamenco de un artista catalán y la gente se volvió loca», explicaría más tarde Robert Trujillo en una entrevista con Rolling Stone.
En esa misma gira, en Madrid, también hubó versiones para el ‘Vamos muy bien’, de Obús, y ‘Los rockeros van al infierno’, de Barón Rojo. Todas estas “versiones” tienen ciertos rasgos comunes: son de bandas locales, como ya explicamos, están tocadas a dos mástiles y ensayadas esa misma mañana durante las pruebas de sonido. Porque si no, no se explica… Lo realmente difícil es tocar mal una canción de Los Nikis, porque como ellos mismos han reconocido más de una vez «no tenían ni idea de tocar».
La costumbre de introducir un guiño local en cada concierto empezó en 2017, según explica Rolling Stone. En la lista de canciones de cada concierto hay un espacio que se llama «Kirk/Rob Doodle» (“garabato de Kirk y Rob”). Ese espacio empezó a rellenarse con canciones famosas de cada país: así, en Winnipeg tocaron ‘Taking care of business’ una de las canciones más famosas de Canadá; en Estocolmo, ‘Dancing Queen’, de ABBA y en Madrid, ‘Brutus’, de Los Nikis.
Para quitaros el mal sabor de boca, os dejamos con la versión original de ‘Brutus’ tocada como Dios manda por Los Nikis:
Visto en YouTube. Con información de El País, Rolling Stone, El Confidencial y Verne.
BONUS TRACK: Doce canciones (y un videoclip) que hoy estarían prohibidas
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